De un tiempo a esta parte el número cuarenta parece resonar en mis oídos como las campanas de Hemingway. Ya sé que es un número “redondo” y con resonancias políticas, pero probablemente se deba más a la casualidad que a otra cosa. O no, quién sabe. No hace mucho publicaba un texto referente a que hacía cuarenta años que había terminado los estudios (de COU) en mi colegio, en el que había estado durante once, desde los siete años. Fue una fecha “
Hace cuarenta años de tantas cosas...
Hace cuarenta años de tantas cosas...
Hace cuarenta años de tantas cosas...
De un tiempo a esta parte el número cuarenta parece resonar en mis oídos como las campanas de Hemingway. Ya sé que es un número “redondo” y con resonancias políticas, pero probablemente se deba más a la casualidad que a otra cosa. O no, quién sabe. No hace mucho publicaba un texto referente a que hacía cuarenta años que había terminado los estudios (de COU) en mi colegio, en el que había estado durante once, desde los siete años. Fue una fecha “